Seguro que a día de hoy ya habrás oído hablar de la archiconocida chía, pero quizá aún tienes dudas y no te has animado a probarla. Hoy hacemos una repaso de para qué sirve y cómo se prepara esta semilla que para muchos es considerada un superalimento, y no es de extrañar si empiezas a leer el montón de beneficios que aporta, aunque también hay que tener en cuenta alguna contraindicación.
UN CARGAMENTO DE BENEFICIOS Y PROPIEDADES
También llamada salvia hispánica, la chía proviene principalmente de centroamérica y, en la actualidad, aunque no están clínicamente probados, se le atribuyen beneficios como: ser un gran aporte energético, sobre todo para deportistas, en dietas para saciar el apetito y perder peso, controlar niveles de azúcar, regular el tránsito intestinal, como preventivo del envejecimiento, ayuda a reducir el colesterol y controla la hipertensión.
Su lista de propiedades es interminable: fibras, proteínas, calcio, boro, potasio, hierro, omega3, antioxidantes, magnesio, manganeso, cobre, zinc y vitaminas E, niacina y ácido fólico.
PERO… SIEMPRE HAY UN PERO
Con tantas promesas parece que incorporando chía en tu dieta, probablemente será ¡lo más cercano a tener superpoderes que vas a estar nunca! Pero antes de lanzarse a la aventura, estas son algunas indicaciones que se deberían tener en cuenta, sobre todo si se toma medicación de forma regular. Y, en caso de duda, consultar siempre con un médico o nutricionista.
Si te tratas con insulina para la diabetes, sufres hipertensión (T.A. alta) y te medicas para ello, tomas anticoagulantes o Aspirinas diariamente, no es recomendable ya que su consumo podría potenciar los efectos del medicamento.
Por la misma razón, si eres hipotenso (T.A. baja) tomar chia no sería recomendable.
Tampoco si sufres de alguna disfunción en el aparato digestivo (estómago, intestino o colon) por su alto contenido en fibra.
Además recuerda que, cuando se consumen alimentos ricos en fibra, se debe beber abundante agua, entre 1,5 l y 2 l al día.
Alguno de sus efectos secundarios podrían ser hinchazón abdominal o irregularidad al ir al baño, si se presentan estos síntomas se debería suspender o moderar su consumo.
¿CÓMO PREPARAR LA CHÍA?
Las semillas se toman crudas, remojadas con agua u otro líquido, como leche, bebida vegetal, yogur, zumos de frutas… tienen una gran capacidad de absorción. Para prepararlas, una proporción que a mi me funciona bien es: por 3 cucharadas de chía 1 taza de de líquido. Tras 10 o 15 minutos de estar en remojo la chía empieza a soltar una sustancia gelatinosa que hay que tomar junto con las semillas.
“La chía puede llegar a absorber agua hasta 12 veces su propio peso”
También puede molerse para hacer harina, o incorporar la semilla entera en la masa para hacer pan.
Idealmente se debe tomar en ayunas, o una cucharada media hora antes de cada comida. Se puede empezar con cantidades pequeñas e ir aumentándola a medida que pasan los días, así el cuerpo se habitúa a su consumo y se controlan mejor los posibles efectos secundarios.
RECETA DE PUDIN DE CHÍA Y VAINILLA
Ingredientes
- ¾ de taza de semillas de chía
- 4 tazas de leche de almendras
- 2 cucharaditas de esencia de vainilla
- 2 cucharadas de miel depende de si la leche es azucarada, añádela a tu gusto
Elaboración paso a paso
- Añade todos los ingredientes, menos la chía, al vaso de la batidora y mezcla bien. Si puedes trabajar con tu batidora a velocidad baja, añade la chía y mezcla de nuevo, si no, pasa la mezcla a un bol y remueve enérgicamente con unas varillas. Deja reposar un rato y vuelve a remover.
- Repite esto 3 o 4 veces hasta pasados los 15 minutos, y luego deja reposar entre 30 minutos y una hora.
- Pasado este tiempo ya podrás tomarla o guardar la mezcla en tarros para conservarla en el frigorífico o llevar al trabajo. ¡Con ese toque a vainilla y tus frutas favoritas verás como te acabas aficionando a los súperpudin de chía!
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