Si en una cocina particular el equipamiento con el que contamos es esencial, imagina en un restaurante. Un restaurante debe asegurarse de que cuenta con todos los útiles necesarios para servir al público: platos, vasos, cubertería, pero también vitrinas para exponer los productos, mesas y sillas, neveras, cocinas profesionales, botelleros o una simple pizarra para anunciar el menú del día. El abanico de objetos necesarios en un restaurante es amplísimo.
Esto hace que el equipamiento del restaurante se convierta desde el primer día casi en una obsesión para sus dueños. Hay que tener en cuenta que, además, ese equipamiento va a dar la imagen exterior del establecimiento y puede servir de atractivo para el negocio o, por el contrario, trasladar una imagen negativa del mismo.
Algunas claves para equipar el restaurante
Cada negocio tiene sus necesidades particulares. En este sentido, el equipamiento y su coste va a estar determinado por varios factores:
- El tipo de restaurante que vayas a montar. Por ejemplo, no es lo mismo un restaurante de comida rápida que un restaurante tradicional. Mientras el primero puede apoyarse más en calentar platos, un restaurante tradicional que se base en la cocina de mercado necesitará mejores planchas. Esto condiciona no solo el equipamiento, sino también la propia distribución de la cocina y de la sala comedor. Si se trata de un restaurante de comida rápida, podemos ofrecer a nuestros clientes un mobiliario más funcional, puesto que la rotación rápida será una de las claves del éxito.
- El espacio con el que cuentes: de nada sirve adquirir el mejor instrumental de cocina si no tienes espacio para él. Ten en cuenta que la cocina es un espacio de trabajo, en el que cocineros y camareros deben tener amplitud suficiente para trabajar en condiciones de seguridad y cómodamente. Obviamente, el tamaño de la cocina debe estar en consonancia con el tamaño del comedor y la cantidad de clientes a los que puedes servir. Si el salón-comedor es muy amplio, pero la cocina muy pequeña, es posible que se produzcan retrasos en la salida de los platos, lo que generará una mala imagen para tu negocio. Por eso, puedes conseguir un buen ahorro si trazas un buen plan para adquirir el equipamiento que necesites, y nada más. De nada sirve gastar mucho en útiles de cocina que no vas a necesitar o para los que no tienes espacio.
Es muy recomendable que un profesional te asesore en el diseño del espacio, para garantizar su funcionalidad y aspectos clave como los puntos de acceso a cocina, las distintas zonas en su interior o las zonas de tráfico limpio y sucio.
Esto nos lleva al siguiente punto, la higiene y la limpieza. Es un aspecto clave, hasta el punto de que elementos aparentemente nimios, como el papel de celulosa, tienen una importancia capital en cualquier negocio de hostelería.
La hostelería es una actividad muy particular, porque mientras que el cliente asocia los restaurantes al ocio, para los profesionales se trata de una actividad en la que deben extremar el cuidado y la higiene, garantizando la salud de todos. Esta necesidad se ha acentuado aún más a raíz de la pandemia, cuando los bares, restaurantes y locales de ocio han extremado las medidas de higiene para reducir el riesgo de contagio.
En julio de 2020, el propio ministerio emitió una guía técnica en la que se contenían recomendaciones y pautas para minimizar las posibilidades de contagio de Sars Cov2 y garantizar la seguridad de trabajadores y clientes: carteles informativos, botes desinfectantes, mascarillas para el personal, controles de aforo y distancia, cartas mediante código QR o la desinfección permanente de mesas y sillas. Objetos como los dispensadores se han convertido en indispensables desde entonces, pues un buen dispensador minimiza el riesgo de contagio. Existe una amplia gama, que puedes consultar en el catálogo de dispensadores en Shalbaida.com.
Más allá de estas pautas específicas para minimizar el riesgo de contagio, los restaurantes ya estaban obligados a seguir la normativa de higiene y seguridad alimentaria. Estas normas buscan evitar la contaminación cruzada de los alimentos, garantizar la seguridad de procesos habituales en las cocinas como la descongelación, la cocción, el enfriamiento o el emplatado, asegurar que el equipo de trabajo tiene la formación adecuada para manipular alimentos y, muy importante, extremar las medidas de limpieza e higiene en los lugares donde se sirven al público bebidas y alimentos.
Por último, es el momento de pensar en el mobiliario y los utensilios de cocina que vas a necesitar. Una vez sepas de qué espacio dispones, el tipo de restaurante que quieres montar y te hayas garantizado la limpieza y la higiene, ponte manos a la obra con el mobiliario. Hay una serie de electrodomésticos indispensables: es muy probable que al menos debas disponer de freidoras, hornillas de gas o eléctricas, microondas, hornos, refrigeradores, congeladores, planchas, licuadoras y lavaplatos. Pero esto no significa que sean los únicos: dependiendo del tipo de restaurante, puede que necesites un equipamiento más específico. Para que sea más asequible, puede convenirte buscar en el mercado de segunda mano.
En todo caso, conviene que sean fáciles de limpiar: así asegurarás la higiene y ahorrarás dedicar recursos a la limpieza. En este sentido, el acero inoxidable es tu mejor aliado en la cocina, porque es el material más higiénico.
Esperamos que estos consejos te ayuden a equipar tu restaurante.
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