El pan forma parte de los alimentos fundamentales en muchas culturas. Es una buena opción a cualquier hora del día por sus ingredientes sencillos como la harina y el agua. También lleva otro elemento clave, se trata de la levadura, que puedes encontrar en distintas tiendas, mercados y comercios.
Sin embargo, esta no solamente sirve para realizar pan, ya que también funciona para otras recetas de repostería y cocina en general. Puedes incluso hacer tus propias preparaciones. Para ello primero debes conocer cuáles son los tipos de levadura que hay y cuáles te pueden servir según lo que quieras.
Estos son los tipos de levadura que encontrarás
La levadura se emplea en muchas preparaciones con el propósito de fermentar una masas o elevar algunas elaboraciones, por ejemplo, al hacer un rebozado. Está formada por una serie de bacterias, hongos y organismos que generan estos efectos. Es ideal tanto en comidas saladas como dulces. Los tipos que encontrarás son:
Fresca, prensada o de panadería
Tiene estos tres nombres dependiendo de donde te encuentres, a pesar de que es la misma. Es una de las preferidas en el sector culinario, sobre todo en panadería y repostería. Debido a cómo está elaborada es indispensable que permanezca en la nevera o un lugar fresco de la cocina.
Se identifica fácilmente porque tiene una estructura compacta y se presenta en forma de cubos o dados que son sólidos, con un color blanco. Aunque es dura, la textura no deja de ser cremosa, y resalta por su humedad.
Es perfecta para utilizarla en masas a base de harina de trigo que luego se hornearán. Por ejemplo, pizzas, calzones, roscones, panecillos, bollos, panes de leche, focaccia, ciabatta, etc. Te sugerimos que cuando realices la receta de tu preferencia la pongas en agua tibia durante 30 minutos.
Seca instantánea
Pertenece a los tipos de levadura que están disponibles en las principales tiendas o supermercados. Es otro de los componentes preferidos en la pastelería. Destaca entre las otras opciones porque tienen forma de palos diminutos, con una composición ligera y granulada.
Al contrario de la fresca, esta no necesita pasar por agua o un líquido tibio para activarse. Puedes agregarla junto a los demás ingredientes de la preparación en el momento de hacer el procedimiento. Resalta igualmente debido a que se incorpora rápidamente a la receta y a los otros alimentos.
Es una excelente alternativa si quieres fermentar, ya que no altera el sabor. No obstante, le ofrece flexibilidad o solidez a la masa que estés realizando, para eso déjala reposar un rato. Empléala en diversas clases de panes, empanadas, panettones, brioches, cruasanes, bases de tartaletas y demás.
Seca activa
Es igual a la anterior en cuanto a función, finalidad y utilización. Sin embargo, se diferencia de la instantánea en que tiene un aspecto distinto. En este caso los palitos son un poco más alargados. Ten en cuenta que ambas se conocen en repostería como levadura seca.
Entre sus beneficios se encuentra que este tipo tiene más durabilidad y soporta mejor los cambios de temperatura. Para utilizarla, te recomendamos que la coloques en agua tibia con el propósito de que recupere su volumen o propiedades. También es posible el uso de leche para estos mismos fines.
Espera alrededor de media hora para que empiece a reaccionar. Luego procede a añadirla en la preparación de la harina de trigo. Después de emplearla, guárdala en un espacio fresco y en un envase que esté bien cerrado. Es magnífica para postres de la cocina italiana, francesa o española.
Masa madre
También puedes optar por la llamada masa madre cuando quieras lograr un fermentado. Esta alternativa es diferente al resto, ya que parte de la misma harina de trigo. Para ello se busca activar las bacterias o microorganismos que tiene dicho alimento o ingrediente.
Estos organismos del trigo son los que ayudan a generar el proceso de fermentación y el aumento del volumen de la masa. Ten en cuenta que es difícil conseguir en el mercado esta clase de levadura, ya que la preparación es un poco más compleja. De todas formas puedes hacerla en casa con unos pocos elementos.
Solo debes tener paciencia, ya que el proceso suele tardar unos días, harina de centeno o integral (estas son las más indicadas porque tienen los componentes esenciales) y agua. Esta es una de las más sanas porque no lleva levadura agregada, úsala en cualquier receta.
Líquida
En este repaso que estamos haciendo a las levaduras, también conviene mencionar la líquida cuyo uso hoy está más extendido a nivel profesional, aunque también se podría utilizar en casa. El único inconveniente es que tendrías que adquirirla en establecimientos especializados porque no es fácil encontrarla en los supermercados y comercios habituales.
Viene en presentaciones líquidas y genera un efecto catalizador, sobre todo en las diferentes clases de masas. El aspecto es parecido a la nata (crema de leche), aunque sin llegar a ser tan graso y espeso. Es más bien fluida y con una consistencia uniforme, delicada y ligera por lo que es fácil de distinguir.
Debe permanecer en la nevera antes y después de usarla, con ello mantiene sus propiedades y no se daña tan fácilmente. Puedes utilizarla en las recetas en las cuales desees fermentar o doblar el volumen. Es práctica y se distingue porque es sencilla de emplear.
¿Los impulsores o gasificantes pueden funcionar como levadura?
En el mundo culinario suele haber esta confusión, pero es indispensable que sepas que ambos son diferentes. Los denominados impulsores tienen como finalidad incrementar la masa cuando entran en contacto con ella. No están hechos por organismos, aunque sirve para muchos postres. Algunos de estos son:
Gaseosilla o gaseosa
Es fácil de conseguir, ya que la venden en los distintos locales dedicados a repostería. Se distingue porque está formada por dos componentes. El primero de ellos es un polvo blanco, que popularmente se le conoce como bicarbonato sódico y el otro paquete es un ácido cítrico. La unión de ambos le proporciona a la preparación el oxígeno necesario para formar una textura blanda y esponjosa. Le ofrece, además, un sabor ácido agradable al paladar. Se puede usar en distintas preparaciones dulces.
Polvo de hornear, levadura química o Royal
Este es tal vez el impulsor o gasificante más popular. Lo venden en paquetes y lo reconocerás porque es un polvo blanco, fino y muy suave. Para usarlo te sugerimos que lo añadas primero a la harina, unas ambos elementos y luego los viertas a los demás ingredientes.
Es una excelente alternativa para bizcochos y postres similares por lo fácil que es utilizarlo. Al entrar en contacto con el calor se genera una reacción que hace que la preparación incremente el grosor. Tienes la oportunidad de emplearlo en scons, pasteles, galletas, cupcakes y muffins entre otros.
Cremor tártaro
Aunque no es tan conocido como el resto, debes saber que es otra de las soluciones. Su apariencia es de un granulado diminuto y de un tono blanco. Por sí solo no tiene sabor, sin embargo, cuando se mezcla con los otros ingredientes, tiene un gusto ácido.
Tiene como objetivo disolver ciertos alimentos, por ejemplo, el azúcar, para facilitar la unión con otros. Se usa principalmente en la realización de merengues. Si lo quieres usar en bizcochos, debes añadirlo junto al polvo para hornear para obtener un mejor resultado.
Bicarbonato
Ten presente que no entra en los tipos de levadura. Lo incluimos en esta lista porque es ideal como impulsor. Si no tienes polvo para hornear puedes utilizar este compuesto en las recetas dulces. Tiene los mismos efectos que los gasificantes, es decir, darle aire a la mezcla que realices.
Con ello también logras que el postre tenga un aspecto más atractivo y agradable. Por ejemplo, hace que los pasteles, cupcakes o muffins queden esponjosos y muy ligeros al paladar. Para algunas preparaciones es necesario mezclarlo con un elemento ácido, como limón o naranja.
Consejos a seguir
La levadura y los impulsores son distintos, por eso debes utilizarlos de forma diferente según la receta. En el caso de la primera, para que se active tienes que ponerla a una temperatura moderada. También te aconsejamos que no entre en contacto con la sal en el momento de la realización.
Conversor levadura fresca vs levadura seca en polvo
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