Compras de última hora, bajar maletas del altillo, acabar con los productos escondidos en los rincones de la nevera…y es que, cuando llegan estas fechas, ¡ya solo nos queda prepararnos para salir corriendo de vacaciones!
Este fin de semana ha tocado revisar la despensa y aún tenía unas cuantas cebollas para gastar que no iban a aguantar a mi vuelta, así que he decidido sofreírlas y guardarlas congeladas.
¿Sabías que no es conveniente refrigerar las cebollas crudas?
Si has cortado alguna vez cebolla ya sabrás que probablemente acabarás llorando, pero quizá no sepas que es porque al cortarlas desprenden compuestos que contienen azufre y, en contacto con la humedad de los ojos, se genera ácido sulfúrico que provoca irritación. Pues estos mismos compuestos hacen que la cebolla en crudo se oxide y le acaban dando sabor a hierro. Por eso es mejor cortarla y consumirla al momento, o guardarla ya sofrita.
Para minimizar lloreras es mejor usar un cuchillo un poco grande y bien afilado, que te permita hacer un solo corte cada vez e ir más rápido, por lo que no dará tiempo a soltar tanto líquido.
Aquí te dejo un consejo de cómo picarla con menos riesgos y más rapidez.
RECETA DE CEBOLLA CARAMELIZADA SIN AZÚCAR
Ingredientes
- 100 ml de aceite de oliva virgen extra
- 1 kg de cebollas (yo he usado cebolla dulce de Figueres)
- 200 ml de vino blanco o agua
- sal
Elaboración paso a paso
- Para caramelizar la cebolla no es necesario añadirle azúcar, ya que se encuentra en ella de forma natural, solo necesitas un poco de paciencia y una buena sartén antiadherente.
- Según el uso que le vayas a dar puedes utilizar tanto cebolla picada como cortada en juliana (a tiras). Quizá 1 kg de cebollas te parezca mucho, pero entre que les quitas la piel y el líquido que pierden, a mí me han quedado unos 300 g al final.
- Calienta el aceite en la sartén, añade la cebolla y la sal, déjala pochar a fuego medio.
- Verás que empieza a ponerse transparente y, al poco rato, algunos trozos se empiezan a pegar a la sartén, en este momento puedes agregar un poco de vino blanco o agua para parar la cocción y ayudar a las cebollas a que se caramelicen. Puedes repetirlo tantas veces como quieras mientras van adquiriendo color, sin dejar que se quemen.
- Al cabo de unos 30 min, cuando tengan un color marrón dorado, ya están listas.
Las puedes usar como acompañamiento en infinidad de platos. Te recomiendo que pruebes los canapés de queso Brie fundido con cebolla caramelizada, ¡toda una tentación!
corta.co
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