Pintar tú mismo el salón de tu casa tiene muchas ventajas. Podrás conseguir un acabado perfecto y te ahorrará tiempo y dinero, pero también tienes que tener cuidado con algunos detalles. Por eso, te doy estos diez consejos a tener en cuenta para que te lances a pintar. Además tienes la facilidad de comprar pintura online y que te la traigan a tu casa.
Y si quieres coger ideas, aquí tienes unas ideas increíblemente bonitas para pintar tu salón en dos colores.
1. Elige la cantidad y la calidad adecuadas de pintura
Calcula aproximadamente los m² que vas a pintar y compra un poco más de lo que se especifica en los botes de pintura. En cuanto a la calidad, es preferible invertir en una pintura cubriente y monocapa que en una multicapa, porque te ahorrará mucho tiempo y, a veces, hasta dinero. En la tienda online Multipinturas puedes encontrar todo lo que necesitas para pintar tu salón. Nosotros te recomendamos la pintura de Bruguer es una buena opción porque además de disponer de una infinita gama de colores y acabados, la pintura es prácticamente inodora, de una gran calidad y de secado muy rápido; dispone también de productos como imprimación, masilla…
2. Invierte en brochas y rodillos de calidad
Elegir las herramientas adecuadas te asegura unos buenos acabados y una alta durabilidad. Es preferible comprar una brocha que no suelte pelitos mientras pintas y que dure de un año para otro que una barata y de mala calidad. Hay muchas marcas de herramientas de pintura; a mí las brochas y rodillos que más me gustan son los de la marca Purdy, que dan un resultado muy bueno aunque el precio es bastante alto y yo no las he encontrado en España, las he tenido que comprar por Internet. Pero creo que merece la pena. La marca Pentrilo también ofrece muy buenos resultados.
3. Prepara la superficie a pintar con cariño
Esto hará que tardes menos tiempo en pintar y que el resultado sea perfecto:
- Quita las imperfecciones de la pared lijándolas
- Tapa agujeros con masilla
- Limpia el polvo del rodapiés y de las esquinas del techo.
- Limpia la pared con agua y un poco de jabón y, si es necesario, desengrasante.
- Retira elementos como embellecedores de interruptores y enchufes, cuando sea posible.
- Encinta todo lo que quieras proteger con cinta de pintor: marcos de puerta, rodapiés, esquina del techo… asegúrate de presionar bien la cinta con algo como una espátula para que la pintura no se filtre por debajo y te arruine el trabajo.
- Protege el suelo con papel kraft o con tela, mejor que con plástico. El plástico se rompe muy fácilmente y además no absorbe la pintura ni la seca, por lo que podría provocar resbalones.
4. Mezcla la pintura
Si tienes varios cubos o botes de pintura del mismo color, mézclalos todos en un cubo grande antes de empezar a pintar. Aunque sean del mismo fabricante, a veces pueden variar un poquito de color de una lata a otra.
5. Empieza con la brocha
Primero pinta las esquinas y hendiduras con brocha, antes de pasar al rodillo.
6. El techo
Empieza siempre por el techo. Así, las gotas de pintura caerán sobre las paredes que aún no están pintadas. Para pintar el techo asegúrate de usar gafas de protección que evitarán que te caiga pintura sobre los ojos, así como un alargador para el rodillo suficientemente largo y robusto.
7. La regla de la W
Para extender bien la pintura y evitar marcas indeseadas, pinta moviendo el rodillo como si estuvieras dibujando una “W” de 1 x 1 m aproximadamente, es decir, haciendo diagonales de arriba a abajo y viceversa, hasta que cubras toda la superficie. Es importante que vayas pintando en secciones de este tamaño para evitar dejar zonas menos cubiertas que otras. Aunque te parezca que avanzas más lento, no tendrás que volver a pasar por esa zona para arreglar imperfecciones, así que al final tardarás menos tiempo.
8. De una en una
Pinta una pared entera antes de empezar otra. Así, si tienes que dar una segunda capa, podrás empezar a aplicarla en la primera pared tan pronto como acabes la última. Además, pintar de forma ordenada ayuda a no “desesperarse” ante la perspectiva de pasar el día entero pintando, ya que vas viendo el trabajo acabado.
9. De un día para otro
Si tienes que usar el material de un día para otro, no es necesario que limpies las herramientas; asegúrate de tapar bien la pintura, y de envolver las herramientas en film de plástico para que no se sequen.
10. Limpieza
Limpia bien los utensilios con agua y jabón (en caso de que la pintura no sea al agua, utiliza disolvente). Asegúrate de que no queden restos de pintura que puedan estropear las brochas y cuélgalas para dejarlas secar, así evitarás que se deformen las cerdas. Es una tarea a la que hay que dedicarle un rato, pero te asegurará el correcto mantenimiento de las herramientas.
Estoy segura de que si los pones en práctica, la tarea de pintar se hará mucho más amena y gratificante. Y para que te acuerdes de todo, he preparado una infografía para que te la puedas guardar en tus tableros de Pinterest o en tu ordenador. ¡De nada! 😉
Grace
Me ha servido de gran provecho aprender a pintar los muros de mi salón y combinar los colores. Gracias.
conkansei
Hola Grace! Nos alegramos que te haya sido de ayuda, si haces fotos y las publicas en las redes sociales recuerda etiquetarnos @conkansei para que podamos verlas! Muchas gracias por comentar 🙂